El mercado brasileño de delivery de comidas, dominado durante años por iFood, está a punto de presenciar una revolución sin precedentes. Con una cuota estimada entre el 80% y el 90%, iFood se consolidó como un jugador imbatible, superando a competidores globales como Uber Eats, que abandonó el país en 2022. Esa hegemonía fue construida con un modelo robusto y estrategias de precios agresivas, que prácticamente eliminaron la competencia y convirtieron a la aplicación en sinónimo de entrega de comida para millones de brasileños. Sin embargo, un escenario antes estable y previsible está a punto de cambiar drásticamente.
Lo que antes era un océano azul ahora se parece a un campo de batalla para gigantes globales.

En mayo de 2025, Meituan, la mayor empresa de entregas de China y la segunda mayor del mundo, anunció su entrada en Brasil con una inversión de R$ 5,6 mil millones. Bajo su marca internacional Keeta, promete disputar centímetro por centímetro del mercado. La respuesta llegó rápido: 99, controlada por la china Didi y que ya había operado delivery con 99Food, anunció su regreso con una inversión de R$ 1 mil millones y empezó a operar en agosto, adelantándose a Meituan. La rivalidad entre ambas compañías llegó rápidamente al poder judicial brasileño: Keeta demandó a 99Food por presuntas prácticas anticompetitivas relacionadas con cláusulas de exclusividad con restaurantes.

Para completar el tablero, Amazon anunció hace pocos días un acuerdo de warrants que le permite comprar hasta un 12% de la colombiana Rappi en el futuro. Los warrants funcionan como cupones financieros: le dan a Amazon el derecho de comprar acciones en el futuro a los precios actuales, pudiendo venderlas después con beneficio. La estrategia fortalece la expansión de Amazon y puede darle acceso a la infraestructura logística necesaria para competir en Brasil.

Detrás de esta ofensiva está el llamado “modelo chino” de creación de aplicaciones, radicalmente distinto del occidental. En lugar de apps fragmentadas (una para transporte, otra para comida, otra para mensajes), el modelo chino se basa en un ecosistema integrado de “super apps”, que reúnen movilidad, delivery, pagos y entretenimiento. El usuario permanece dentro de la plataforma el mayor tiempo posible, generando una enorme cantidad de datos.
En el back-end, el pilar es la data-centricidad radical: cada clic, búsqueda y segundo en la aplicación es analizado por algoritmos de IA para predecir demanda, personalizar ofertas y optimizar logística con ultra eficiencia.

Además, grandes corporaciones chinas suelen entrar en mercados extranjeros con subsidios agresivos, precios bajos y bajas expectativas de retorno inmediato, buscando ganar mercado primero y monetizar después. Cuentan con inversores dispuestos a esperar años por los resultados.

Ante este nuevo escenario, iFood no quedó quieto. La empresa anunció un plan de inversión de R$ 17 mil millones hasta marzo de 2026 y compró el 20% de CRM Bonus, con opción de adquirir el control total por hasta R$ 10 mil millones. El objetivo es fortalecer su ecosistema de beneficios y fidelización.

El escenario que se dibuja es complejo y dinámico:
• Para los consumidores: precios más bajos y promociones, al menos a corto plazo.
• Para los restaurantes: condiciones comerciales más favorables, aunque el poder de negociación puede inclinarse hacia quien tenga más usuarios.
• Para las empresas: la guerra ya no es solo sobre comida — es sobre quién ofrece la experiencia más integrada, tecnológica y eficiente.

El mercado de delivery en Brasil está en un punto de inflexión, y la llegada de estos players globales reescribirá completamente sus reglas. Trust Insight, como la red de expertos más sólida de Brasil, está observando de cerca los movimientos de estos gigantes.

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